No tienes permiso.
La gente como tú nunca se va.
Demasiada huella.
Representáis demasiado.
La capacidad de soñar,
de asumir los sueños,
de tener el coraje de perseguirlos
y de vivir por y para el corazón.
Demostrándonos al resto
que todo ello es posible.
Y sin tener un porqué.
Y es que los sueños no los tienen,
son eso, sueños.
Demandas y súplicas del corazón.
Sin porqués, sin razones.
Subir una montaña,
arriesgar la vida por hollar una cumbre,
no tiene respuesta a un porqué,
a una lógica o a una razón.
Es un sentimiento,
un aleteo, un soñar.
Un vivir.
Ya está.
Corazón.
La gente como tú
nos demuestra que vivir
con el corazón es posible.
Ese es vuestro mérito,
vuestro servicio, vuestro valor.
Por eso no os vais, no tenéis permiso,
no os lo permitimos.
Tu sueño fue blanco y tu ejemplo luz.
Siempre estarás aquí
porque nos asimos con todas
nuestras fuerzas a tu ejemplo.
Soñar y perseguir.
No te has ido, no te irás.
Perdurarás.
No tienes permiso.
La gente como tú nunca se va.
Demasiada huella.
Representáis demasiado.
La capacidad de soñar,
de asumir los sueños,
de tener el coraje de perseguirlos
y de vivir por y para el corazón.
Demostrándonos al resto
que todo ello es posible.
Y sin tener un porqué.
Y es que los sueños no los tienen,
son eso, sueños.
Demandas y súplicas del corazón.
Sin porqués, sin razones.
Subir una montaña,
arriesgar la vida por hollar una cumbre,
no tiene respuesta a un porqué,
a una lógica o a una razón.
Es un sentimiento,
un aleteo, un soñar.
Un vivir.
Ya está.
Corazón.
La gente como tú
nos demuestra que vivir
con el corazón es posible.
Ese es vuestro mérito,
vuestro servicio, vuestro valor.
Por eso no os vais, no tenéis permiso,
no os lo permitimos.
Tu sueño fue blanco y tu ejemplo luz.
Siempre estarás aquí
porque nos asimos con todas
nuestras fuerzas a tu ejemplo.
Soñar y perseguir.
No te has ido, no te irás.
Perdurarás.
No tienes permiso.
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