Me pregunto si sumar y seguir,
si vender cara la piel o plantarme,
hasta aquí he llegado,
una pica en Flandes.
Me pregunto si los murmullos del agua
se renuevan o viajan con ella,
si necesito maletas repletas
de lo que no me hará feliz.
De ser así, no buscaría.
Me pregunto si el calendario
lleva a alguna parte,
me motiva más el impulso,
libre e impredecible,
el vértigo de la emoción,
de lo inesperado.
Me pregunto si todo lo que necesito
no es una piel a la que llamar Ítaca.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Sigue preguntándote Inzoa, pero no encontrarás nunca respuestas para todo . Aunque mientras uno se pregunta descubrecosas de si mismo. un abrazo. milagros
¿ Por qué no te pones lista deseguidores?
Gracias, Milagros por tus visitas y comentarios.
Cuéntame por mail lo de la lista que no se de qué va.
Publicar un comentario