Quiero encontrar el sabor de un gajo de quimera
que no quiera ganar por estar, como una ramera.
Saber qué es ser feliz aunque sea un instante
y guardar ese momento en mi pecera vacante.
Limpiar el hollín de la mala combustión de las noches en vela,
el error de salir de los baches de aquella manera,
la mentira de someter al corazón a un coma inducido
y la estupidez de creer que negar los pasos dados es olvidar.
La rutina diaria de coincidir el punto de llegada con el de partida
repitiendo itinerario, días de circuito cerrado.
¡Menuda aventura!
Apenas unas gotas de un gajo de quimera
para guardarlas en mi pecera
y naden en ella mis sueños más desvalidos,
no por ello desahuciados.
Mis sueños de niño, de cuentos de amor,
de buenos y malos,
de héroes solitarios inadaptados a su suerte.
Apenas unas gotas de un gajo de quimera
con las que lavar la piel de mis fracasos
y mitigar la sed de mi luchar
para saber qué es ser feliz aunque sea un instante
y guardarlo en mi pecera vacante.
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7 comentarios:
Inzoa. Me encanta. Es precioso. Utilizas imágenes bellísimas. ada día escribes mejor. Un abrazo. milagros
Gotas de quimera
alimentan mi pecera,
los peces de colores
dan vida a los amores.
Touché!
--ACN--
Muchas gracias por vuestros comentarios.
Milagros: Pues mira, Milagros, que lo leo y no termina de dejarme agusto. No se, quizás su ritmo es irregular, algo está descompensado, pero no encuentro el "click" tampoco. En fin, se hace lo que se puede.
Katze: Te tengo dicho que te pongas manos a la obra. A ver cuándo me haces caso.
ACN: Touché, ¿del ala?. Ojito a ver cómo te portas la semana que viene.
Me portaré bien, no haré nada que tú no harías.
Aprovecha estos días y pásalo muy bien, a ver si nos vemos.
Bss.
--ACN--
Me portaré bien, no haré nada que tú no harías.
Buffff, me lo temía.
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