Y quizás volverán los ecos de los lamentos
por los pasos perdidos tras los sueños prohibidos.
Son cíclicos.
Pero, ¿qué puedo hacer si me amanece cada vez que sonríes,
si mi cielo se ilumina sólo con tus ojos
y mi corazón palpita sólo con tu tacto?
¿Cómo detener este soñar
si tu mirada me susurra que no debo abandonar?
¿A dónde ir si tus brazos son el único refugio
que alivia mi camino,
si tu vera es la posada a la que quiero llamar
para pedir caridad?
¿Cómo evitar que la vida se abra paso
en mi bosque de demonios emboscados y brasas muertas?
¿Cómo evitar la vida si sólo escucho ya el compás de tu respirar?
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2 comentarios:
Maravilloso Inzoa. Cada día escribes mejor. Un gran abrazo. milagros
¡Magnífico!!!!, es precioso esto que has escrito... sigue así.
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