He dejado algunos pecados atrás,
unos por veniales y otros absueltos
por el sacerdote del tiempo.
He arrancado de mi pecho flores obstinadas
que agonizaban y malvendían simientes
a vendavales intemporales,
y, lo más importante,
he limpiado la marea negra que enviaste a mi playa.
Fue bonito intentarte
a pesar de que pagaste con mentiras
todas mis verdades.
Quería sentarme a tu lado
a contar las dudas multiformes de la luna.
No me quedó nada en las entrañas,
todo lo vendí por ahí,
a un dios, al otro, al diablo…
todo por quererte conseguir.
Si no te fías de tu espejo,
¿quién va a ser tu reflejo?
Llévate tus marejadas
y tus flores deshojadas.
No voy a echarte de menos
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3 comentarios:
Me encanta como escribes Inzoa. Me siento muy identificada con casi todos tus poemas. Disculpa si últimamente ando despistaada y no visito los blog pero para mi eres un poeta excepcional. un abrazo
Esta me toca muy a fondo....pagar con mentiras las verdades de uno...y cuando ya creer...
Sencillamente GENIAL.
Identifico muchos pasajes de mi vida reciente con lo que esscribes...
...suficiente para entender...
Un saludo.David.
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