Déjame preguntarte cómo haremos conjugar
tu roto mirar y mi perenne llorar
superando nuestro pasado,
camposanto de fracasos,
y acertamos a inventar un bosque
con tus cenizas y mis añicos.
Navegando sin timón, a la deriva,
que es como mejor se sueña,
sin que nos den consejos,
que no puedo con eso,
para cuando encalle en el coral de tu colchón
y hagas el aliño con tu veneno
y mis sueños de niño.
Déjame preguntarte cómo vas a romper
mis escudos de hormigón armado
con mis penas y los palos que me han dado
y ese miedo que llevo dentro,
que hasta corroe los huesos,
sin bailarle el agua a este pobre corazón
enterrado bajo paladas de desamor,
doctorado en soledades
y en prospectar cada nube
que surca el techo de mi habitación.
Déjame preguntarte cómo vas a callar
a mis cicatrices que son memoria,
a ventilar este corazón desordenado y enmohecido,
a jugar mi partida,
pues se me acabaron las fichas
y los dados inciertos
cuando acabé achicando lágrimas
para que no se hunda la barca.
Déjame decirte que si tanto escollo
no desanima tu corazón,
puedes conseguir que el mío
llegue a quererte, si es preciso,
hasta morir exprimiendo tus labios
bajo la diaria lluvia de balas.
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7 comentarios:
Maravilloso. Inzoa. Triste, tremendo pero bellñísimo. Escribes maravillosa mente. Llegas hasta el alma. Me has hecho llorar. Un abrazo y cúrate pronto
Bueno, espero haberte hecho llorar, en cualquier caso, de emoción y no de tristeza.
Por mi no te preocupes. Este blog no es un diario ( alguien lo creyó así y me sentenció sin juicio, por cierto) y hay más ficción que realidad. Vamos, que miento mucho.
Un beso.
Hola Inzoa: Desconocía tu existencia, pero debo decirte que me gusta que aparezcas en mi vida. Como veo que lees a Ángel González te dedico uno de sus poemas:
Mientras tú existas:
Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientra nada me llene el corazón
si no es tu imagen, y haya
una remota posiblidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz -cualquiera...
Mientras
yo presienta que eres y te llamas
así con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora,
amada
mía,
transido de distancia,
bajo este amor que crece y no se muere,
bajo este amor que sigue y nunca acaba.
INZOA....este escrito no tiene desperdicio....me das una envidia sana increible pues escribes de un modo tan natural y tuyo que eso es harto difícil. ME GUSTA.
P: Muchísimas gracias. Permíteme que te devuelva el regalo con los últimos versos de su poema Aquella luz:
Aquella luz que iluminaba todo
lo que en nuestro deseo se encendía
¿no volverá a brillar?
Esencia: Bua, sabes lo que me encanta que me digas esas cosas. Sabes también, y que lo sepan los demás lectores, que este blog lo pusiste en marcha tú.
Y yo no lo olvido.
Cuanto más lo leo, más me gusta. Impactante, lleno de emociones, sentimientos reflejados en su esencia pura. Calidad.
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