martes, 7 de abril de 2009

JODIDO AMOR

No es triste, melancólico o derrotista quien escribe. Ocurre que la creatividad es caprichosa y tiene sus preferencias. Somos más reflexivos en los malos momentos y la explicación es sencilla. Sólo pedimos explicaciones a la tristeza, nunca a la alegría. Benedetti dijo que la alegría es un préstamo, no nos pertenece. La alegría nos limitamos a disfrutarla sin hacerle preguntas, mientras la tristeza la padecemos y le preguntamos por qué. ¿Por qué ahora?, ¿por qué a mi?, ¿por qué esto?...
Nos obliga a reflexionar y la reflexión, en algunos, va al papel. Nos lo pide. Por eso hay muchos más poemas, canciones, tristes. No se elige escribir, sólo se decide. No puedes elegir si tu cabeza y tu corazón supuran sentimientos y reflexiones. No piden permiso ni lo adquieres. Eres o no eres. No se elige. El único poder que tienes es decidir si ese torrente espontáneo lo embalsas en un papel. Nada más. A tu cabeza le importa un bledo lo que haga tu mano. Si ésta quiere ser una prolongación, una puerta abierta que libere al viento sus pájaros, bien, pero si no, no le importa a tu cabeza. Tu cabeza sólo necesita corazón, alma, no tu permiso y menos tu mandato. Va por libre y no sabes por qué. A su aire. No lo eliges. Tan solo decides si lo pasas a papel y lo sueltas al viento por si a alguien le puede servir.

Es más fácil escribir cuando estás triste, es la regla, pero claro, tiene su correspondiente excepción. ¿Cual? ¡Cual va a ser! El jodido amor. El que no admite reglas, ni ordenes, ni planes. Otro que va a su aire. El amor es la excepción a esa regla, porque eres tan creativo en el amor como en el desamor. Por eso hay grandes poemas y grandes canciones de amor, tantos como de desamor. Igual, igual.
El amor, a su bola. Este sí que hace lo que le da la gana. Pasa de reglas, de elecciones y de decisiones. Jodido amor.

2 comentarios:

MiLaGroS dijo...

Me encanta tu escrito. Y tienes toda la razón. Yo desde luego soy mas creativa cuando estoy tirate. Cuando estoy feliz me limito a vivir la felicidad. Un abrazo. milagros

DanielFuengirola dijo...

El amor o la ausencia del mismo, es el combustible para escribir y reflexionar, claro esta siempre es mejor que sobre que falte...
un saludo.