Soy mis botas embarradas,
mis camisetas empapadas,
mis manos callosas,
mis versos desordenados, sin limpiar.
Soy mi soledad que enfría sin piedad,
mi querer caminar para sentirme respirar.
Aquella música que suena como un rugir.
Soy las sombras que se empujan por mis venas
y confluyen en mis sienes.
Música que marca el paso.
Escribo desde dentro,
es lo que hay, no doy el perfil,
callos en las manos y paredes desnudas,
sin titular.
Soy un maldito, sin caché,
un paleto en la corte.
Fuera de sitio.
De vuestro sitio, estúpidos de argumentario.
Se escribe con el aire de cara,
las rodillas sucias y el álbum roto.
Con la tinta corrida de llorar,
con un par, con los ojos hinchados,
no con el enmarcado de la pared.
No se escribe por encargo,
se hace por necesidad, como respirar.
Con el coraje del derrotado
que se rescata a si mismo a diario.
Llámame maldito o advenedizo,
¿qué más me da?
No mancharé con mis botas tu moqueta,
ni pasaré mis versos por tu tamiz,
estoy bien aquí con el viento en la cara,
fuera de sitio.
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7 comentarios:
A mi me encanta estar fuera de sitio de algunos sitios. Así que igual coincidimos. Animo y adelante
Qué tremendo se me pone usted, tremendo y combativo!.
Le recuerdo que tenemos una conversación a medias, digo, por si la quiere continuar.
Tiene fuerza esto, mussshhhaa fuerza Inzoa....yo escribo sólo cuando me sale independientemente de que sea bien o mal .
Por cierto a ver cuando nos ponemos al día. Un abrazo
Katalingorri: Ya sabe que combatir me va, aunque esa conversación a la que usted hace referencia, que continuaremos, me da que no la voy a ganar.
Esencia: ponernos al día? Si es que estás missing, ya casi ni publicar no haces. Baja algún ratico de la nube!
Eres un combativo y altanero príncipe en la corte de los mendigos.
Saludos.
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