martes, 25 de noviembre de 2008

OCTUBRE

Hoy está un día como de octubre,
cuando la roña cubre el bosque
con su manto de cobre preludio del silencio.
Cuando el cielo lo surcan viajeros sin escalas
perseguidores del verano eterno
por un mandato ancestral.
Cuando el parque no tiene sentido
con sus bancos mojados y su fría desnudez.
Cuando el buzón no tiene sentido
con su alma vacía y su crónica ansiedad.


Hoy está un día como de octubre,
no me abrigan tus brazos
y me siento dormir al raso
seco y desprendido como hoja muerta.
Quiero reanudar mi volar
pero la capota gris de las nubes bajas
me oculta la estrella que guía mi viajar.

Hoy está un día como de octubre.
Cuando la noche gana al día,
la niebla fuerza a las ramas a su lento lagrimear
y la escarcha viste la mañana con su pálido velo.

Hoy está un día como de octubre
y añoro el calor que se desprende
del roce de dos soledades.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El calor que se desprende del roce de dos soledades.

Muy bonito