Lamia me ha pedido que no deje de soñar.
Lo intento, pero a veces cuesta, le he respondido.
Lo se, lo se, me ha dicho.
Lo sabemos los que, como tú dices, cicatrizamos mal.
Lo sabemos pues dudamos en los momentos de ¿lucidez?
que soñar nos lleve a ninguna parte,
más allá de alguna nube imaginaria
que se disipa cada mañana.
Lo sabemos los que podemos llegar a sentirnos solos
rodeados de tanta gente que sólo acierta a ver
lo que tiene delante, lo que les ponen delante.
Nos llaman ilusos, por soñadores.
¿Qué hacemos entonces?
¿Unirnos a su conformismo del más de lo mismo,
a los besos falsos de la rutina sin alma ni corazón,
a la monotonía de lo conseguido, que ya no hay que cultivar cada día?
¿Nos subimos a la rueda del hámster?
Vaya plan! Creo que no, que no nos conformaremos.
Seguiremos soñando y nos seguiremos estrellando,
eligiendo nuestros propios trenes.
Lo intento, Lamia, pero a veces cuesta.
Lo se, lo se.
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3 comentarios:
Como dice una canción de Jackson Browne "If I seem to be afraid
To live the life that I have made in song
Well it´s just that I´ve been losing so long
Well I keep on moving, moving on
Things are bound to be improving this days
One of this days..."
Ya sabes que los sueños pueden caber en una canción.
Pues claro que sí, soñamos porque nos da la gana, nos alimenta y somos conscientes de la fuerza que nos da visualizarlo. No debemos perder ese regalo de la infancia. Me gusta subirme a esa "nube imaginaria" y salir de la rutina.
Gracia, Inzoa, leerte es un placer se sensasiones que me hacen reflexionar.
Xarma
Pienso, y no soy el único, que para ser persona hay que ser soñador, eso junto con otras cosas nos hace personas, nos hace cultivar el corazón.
Saludos.
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