martes, 12 de agosto de 2008

¿PARA QUÉ QUEDARSE ALLÍ?

¿Qué os puedo pedir?
Lo que os sabe a poco a mí me sabe a gloria,
lo que desecháis a mi me da la vida.
Soy un privilegiado de puro pobre,
la necesidad me obliga a soñar,
la ausencia a esperar,
la soledad a imaginar.
Demasiado duro el suelo,
no me pienso quedar,
a ver si me acierto a levantar.
¿Para qué quedarse allí?

Hay que echarle un par para navegar así,
¡qué manía con ir contracorriente!
Hay que tener arrestos para jugar así,
sin ases en la manga, sin máscaras ni adornos.
Lo mejor del amor es lo que no se ve,
lo que no se oye, lo que no hace falta decir.
Siempre pierde más quien más pone
y quien más pone es quien más guarda
momentos para recordar que se puede ser feliz.
¿Es eso perder?
Tengo lleno el morral.

Mis quebrantos del pasado son mi fuerza hoy,
mi impulso y ánimo por seguir.
¿Para qué quedarse allí?
No se me ocurre qué os puedo pedir,
tengo impulso y sueños por perseguir.

Necesidad, ausencia y soledad.
¿Para qué quedarse allí?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es lo que hay. Tenemos la suerte de ver la vida con otros ojos.

Un abrazo, poeta.

katzeorange dijo...

"Mis quebrantos del pasado son mi fuerza hoy"

Maravillosa frase, magnífica. No hay mucho más que se pueda decir. Me ha llegado al corazón.

Inzoa dijo...

David:
Tenemos la suerte de tener la posibilidad de ver la vida con otros ojos. Pero chico, mira que a veces nos cuesta!

Katze:
Muchas gracias. Yo encantado si te ha servido de algo. De todos modos, ojalá fuese tan fácil como decirlo.