miércoles, 3 de diciembre de 2008

LA MEMORIA

La memoria no se decide.
Los recuerdos son huellas que se imprimen
en nuestro lecho más delicado.
Ecos que vuelven,
soldados caídos en el campo de batalla
que regresan del más allá inesperadamente,
satélites que orbitan infatigables,
peregrinos dejados atrás, en el camino.
Nos alcanzan.
Forman parte de nosotros. Somos por ellos.
Como las nubes por el agua.
Y a veces duelen y a veces ríen.
A veces empujan y a veces lastran.
Regresan como el agua a las nubes.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Una parte de lo que somos, es lo que hemos vivido.
Saludos.

Anónimo dijo...

Que bonito Inzoa. Felicidades

Jordi Santamaria dijo...

También bueno.
Pero mucha melancolía en estos versos.
Nostalgia.
Gris.
Poco brillo.

Quiero uno de fresa caliente

Inzoa dijo...

Señor Santamaría: no me sobresalte usted con peticiones así, tan...

Bien, no se si la poesía, en general (si a esto se puede llamar poesía, que lo dudo) es intrínsecamente triste pero verá, ¿acaso no somos más reflexivos y, por tanto, más creativos, en la tristeza?
De todos modos le invitó a rebuscar por los archivos de este blog a ver si encuentra algo parecido a lo que reclama.

Un saludo.