Mátame Adolfo.
Márcate un tango ya
y ponme la piel de gallina
hasta que me salgan plumas.
Busca en el fondo de tu vaso,
cerca del final
o donde acaban tus pies
y hazte un tango
con lo que nadie nos contó,
lo que se quedó en la piel.
Tú que dices no ser un poeta
y nos adivinas el sentir a todos,
nos haces mirarnos dentro,
reír, llorar, soñar.
Sueños locos.
No te equivoques otra vez,
hazlo mil veces,
porque nos pones los pelos de punta
al robarnos jirones de sentimientos
y hacerlos canción.
Porque nos curas las heridas
de pasar descalzos los trozos de cristal,
y es que esto es como el mar.
Es lo que te queda, Adolfo, un tango.
Di que sí y que les den a los delatores
de presuntas ventas de almas,
justo lo que ellos no tienen.
Róbanos más sentimientos
y hazte un tango,
hasta perder el control.
Pelos de punta
y emoción vidriosa en los ojos,
que nos sintamos vivos,
que nos sobre la luz.
Un tango Adolfo.
Mátanos de sentir.
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2 comentarios:
Inzoa...precioso tango..pero esto denota mucho más...eres una persona con un fondo INCREIBLEMENTE SENSIBLE, a medida que voy leyéndote me alegro más de aquel día en que comenzaste a publicar.
Sabes que te debo una parte importante de que comenzase a hacerlo. Gracias, siempre.
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