sábado, 26 de abril de 2008

EL VIENTO

Desde mi cama oigo soplar el viento.
¿Alegre, furioso o fugitivo?
Nunca he sabido si viene o va
o descansa en algún momento.

En otoño desnuda a los árboles
y en verano nos alivia.
Creo que nos trae mensajes
y no le escuchamos.
Se lleva algo de nosotros
y no lo notamos.

No le escuchamos….
cuántas cosas se nos escapan
por no prestar atención,
pendientes como vivimos,
de ajustarnos al guión.

Vivimos presos del hábito
y no nos damos cuenta.
Lo más triste de todo
es que, en realidad,
la puerta de la jaula
tenemos abierta.

¡Cuántas cosas se nos escapan!
Miradas, palabras, silencios,
regalos, sueños, demandas,
ajenos y propios.

Ciegos, mudos y sordos,
todo por no darnos cuenta
de que tenemos un corazón
que no sólo bombea,
también alienta.

No hay comentarios: