sábado, 19 de abril de 2008

LA VIDA

La vida es un continuo
cruzar el Mar Rojo
en busca de lo prometido.
Esperando que,
tras nuestro paso,
el agua arrolle
a los enemigos que nos persiguen.
Nuestros miedos y angustias,
dudas y fracasos,
traumas y pesares.

En busca de lo prometido.

Nuestras ilusiones,
esperanzas, anhelos.
Que nunca han de ser El Paraíso,
la luna, Eldorado.
Exprimir las pequeñas cosas,
sigilosos detalles,
naturales miradas,
imprevistos roces,
un simple “gracias”.

No despreciar el grano de azúcar,
él también endulza.
La ilusión es vida,
cuando no levita
y pierde la perspectiva.

Que la existencia del todo
no nos impida valorar
las pequeñas cosas,
pues se nos presentan más a menudo
de lo que creemos
y, por ambición,
las despreciamos.

Eso es la vida,
caminar en nuestra propia búsqueda,
pues somos lo que anhelamos,
somos lo que perseguimos.
Caminar, tropezar, levantar.
Imprescindible levantar.
Levantar y respirar,
a pleno pulmón.

Y si a lo largo del caminar
encontramos en quien apoyarnos,
con quien compartir viaje,
entonces…..

Entonces ya está.
Nada mejor por lo que luchar,
por que nos ocurra
como a los raíles del tren.
Cuanto más se alejan
del punto de partida
más se acercan,
hasta unirse
y así se pierden en el horizonte.

Esta es la vida en la que creo.
Que el camino me sea propicio.
Que sepa peregrinar.

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