domingo, 20 de abril de 2008

HAY QUE ESCUCHAR

Hay que escuchar.

Las decisiones tomadas en caliente,
después queman.
Hay que reposar las reacciones.
Sólo nos pueden decepcionar
las personas a las que estimamos,
aquellas de las que podemos esperar algo.
Nunca nos decepcionan las malas personas
pues estas son de fiar,
no cambian nunca.

Las personas que queremos,
las que necesitamos,
nos pueden causar inquietud.
De ellas esperamos siempre el máximo
por lo que son y por lo que nos trasmiten
y esa exigencia acaba siendo,
a veces, injusta.

Exigencia que nos hace impacientes,
Precisamente, con quienes más nos dan.
No lo somos con aquellos
de los que nada esperamos.
De quienes queremos y nos quieren
lo esperamos todo,
a ello nos han acostumbrado.
Por ello están más cerca de la decepción.

Hay que dejar enfriar.

Decepciones que,
la mayoría de las veces,
tienen una explicación
que nuestra ansiedad
nos había impedido valorar.
Nuestra exigencia tiende a ser implacable
con quienes más nos dan.
Con quienes más necesitamos.

Hay que escuchar,
hay que reposar,
hay que enfriar.

2 comentarios:

Vicky dijo...

Sabia reflexión.... con la cabeza caliente lo mas que logramos es herir...
Te siento melancólico? o supongo mal.....
lo que sea, te dejo un abrazo con sobadita en la espalda...

Inzoa dijo...

Hola Vicky. Muchas gracias por dejar tu huella, como te gusta decir a ti. Melancólico? Creo que no, lo que ocurre es que soy más reflexivo (no voy a decir creativo) en los momentos bajos. Suelo decir que las mejores canciones son las más tristes, así que supongo que la tristeza es una buena musa en general.
Un saludo.